Defensa de Apple ante la demanda del Departamento de Justicia: prácticas empresariales en cuestión.
Apple defiende sus prácticas comerciales en una moción para desestimar la demanda del Departamento de Justicia
Apple ha presentado una moción para desestimar la demanda antimonopolio del Departamento de Justicia, argumentando que el caso carece de una base legal.
La demanda, junto con varios estados, ha acusado a Apple de prácticas monopolísticas, especialmente en lo que respecta a su iPhone y el ecosistema relacionado. La demanda alega que el control de Apple sobre su App Store y ciertas características del iPhone ha sofocado la competencia y perjudicado a los consumidores.
El caso del Departamento de Justicia cuenta con el respaldo de varios estados que se han unido a la demanda, reflejando un esfuerzo legal colectivo significativo contra la empresa.
Moción de desestimación de Apple
Apple presentó el jueves una moción para desestimar, un movimiento esperado para contrarrestar al Departamento de Justicia. En su moción, Apple argumenta que la demanda del Departamento de Justicia no alega ninguna conducta ilegal de exclusión.
La empresa sostiene que sus prácticas, como decidir qué aplicaciones están disponibles en su App Store y establecer los términos para acceder a las funciones del iPhone, son decisiones comerciales legales. El equipo legal de Apple enfatiza que la empresa no está obligada a otorgar a los competidores acceso a su tecnología patentada en sus propios términos.
Aspectos destacados de la moción de Apple
Apple afirma que su negativa a tratar con ciertos terceros en sus términos preferidos es una práctica comercial estándar protegida por la ley antimonopolio. La empresa cita decisiones de la Corte Suprema en casos como Verizon Communications Inc. v. Law Offices of Curtis V. Trinko y Pacific Bell Telephone Co. v. linkLine Communications, Inc., que respaldan el derecho de una empresa a elegir cómo y con quién hará negocios.
La empresa sostiene que sus acciones, como limitar el acceso a ciertas API o funciones para desarrolladores de terceros, no constituyen una conducta excluyente. Apple argumenta que estas decisiones son necesarias para mantener la calidad, seguridad y privacidad del ecosistema del iPhone.
Apple cuestiona la caracterización de su poder de mercado por parte del Departamento de Justicia, argumentando que enfrenta una competencia significativa de otros fabricantes de teléfonos inteligentes como Google y Samsung. La empresa destaca que no tiene una participación de mercado monopolística que justifique las afirmaciones del Departamento de Justicia.
Además, Apple enfatiza que sus prácticas comerciales han llevado a beneficios significativos para los consumidores, incluida una seguridad mejorada y una experiencia de usuario fluida. La empresa argumenta que su ecosistema integrado resulta de una inversión e innovación sustanciales en lugar de conducta anticompetitiva.
Apple insiste en que estos beneficios demuestran el impacto positivo de sus políticas, contrarrestando las acusaciones del Departamento de Justicia de perjuicio al consumidor. La demanda podría prolongarse durante varios años.
En resumen, Apple está defendiendo agresivamente sus prácticas comerciales en respuesta a la demanda del Departamento de Justicia, argumentando que sus acciones son legales y beneficiosas para los consumidores. La batalla legal entre Apple y el gobierno podría tener implicaciones significativas para el futuro de la industria tecnológica.